El uso de las normas beneficia a las organizaciones gubernamentales de muchas maneras, desde racionalizar sus propios procedimientos hasta ayudar a establecer métodos alternativos de regulación.
El gobierno está ávido de reducir la burocracias tanto para el sector privado, como para el público. Una manera clave de hacerlo es que los reguladores y los inspectores concentren sus esfuerzos en aquellas organizaciones que presenten el riesgo más alto, más aún que echar la carga sobre todos, como ha sido el caso con frecuencia en el pasado.
Aquí es donde entran las normas. No para remplazar a las reglas, sino para complementarlas. Las normas se moldean de acuerdo a la mejor práctica, así es que si una organización las está usando, probablemente está bien manejada. Esto facilita que los reguladores decidan dónde concentrar su atención. La normas son el fundamento sobre el cual se puede establecer el método para regular.
Explicación paso a paso:
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