Respuesta :

Me contaron que había una vez un gato que, enterado que en un viejo caserón de la vecindad abundaban los ratones, se trasladó a él, pensando en darse un gran banquete con esos animalitos. Efectivamente, uno por uno se los iba comiendo, y los ratones, atemorizados, cada vez se iban internando más y más en sus ratoneras y no se animaban a salir ni para tomar un poco de aire fresco.

El gato viendo que no podía seguir dándoles caza a los ratones, pensó tenderles una trampa para que aparecieran. Entonces, subiéndose a una viga de madera que cruzaba el alto techo del caserón, se colgó de ella, haciéndose el muerto.

Otras preguntas