Respuesta :

Siempre yo penetrándote,

pero tú siempre virgen,

sombra; como aquel día

en que primero vine

llamando a tu secreto,

cargado de afán libre.

¡Virgen oscura y plena,

pasada de hondos iris

que apenas se ven; toda

negra, con las sublimes

estrellas, que no llegan

(arriba) a descubrirte!