Relación estable:
En una relación estable, una persona define a la otra como su compañero/a y viceversa. Los dos miembros de la pareja están comprometidos. Deciden estar juntos y seguir juntos a largo plazo. En la mayoría de casos, los miembros de la pareja deciden juntos cómo quieren que sea su relación.
Relación duradera:
Va ligado a una relación estable, Un elemento esencial para que una pareja dure y mantenga una relación sana es que ambas partes mantengan una relación de relativa igualdad. Es decir, que los dos componentes se esfuercen, negocien y sepan encontrar un equilibrio entre las necesidades y satisfacciones propias y del ser amado. Debe haber un toma y daca, un dar y recibir. Respetar y ser respetado, que se contemple y se tenga verdaderamente en cuenta lo que quiere cada uno es uno de los pilares básicos de una buena relación de pareja.
Relación tóxica:
Cuando tu pareja manifiesta constantemente todo lo negativo de ti, como haciéndote saber que quiere que cambies todo, quiere decir que no te acepta como eres… Así que probablemente lo que quisiera es que fueras otra, esto puede significar que estés en una relación de pareja tóxica.
Estas relaciones se convierten en tóxicas, en pareja que no te llevan a ningún lado porque no te hacen feliz, ni tú haces feliz a tu pareja.
En definitiva, una relación tóxica es una relación de pareja donde una o ambas partes sufren, más que gozan. Ambos se ven sometidos a un desgaste emocional con el objetivo de convencerse a ellos mismos de que pueden salvar esa unión.
