diamante es más denso que el grafito (3.51 g cm-3 ; 2.22 g cm‑3) pero el grafito es el más estable, por 2.9 kJ mol‑1 a 300 K y 1 atm de presión. A partir de las densidades se deduce que para transformar grato en diamante debe aplicarse presión. Partiendo de las propiedades termodinámicas de los alótropos se calcula que éstos deben estar en equilibrio a 300 K bajo una presión de 15 000 atm. Puesto que el equilibrio se alcanza con extremada lentitud a esta temperatura, la estructura del diamante persiste bajo condiciones ordinarias.