Respuesta :

Luego de estar semanas planeando un viaje con Octavio, mi mejor amigo, decidimos tomar el COCHE e irnos de vacaciones. En el camino íbamos hablando de mi hermana, Carla de 5 años, una niña muy tímida pero con actitud INFANTIL que cansa a todos. 

Octavio iba sacando fotografías con su CÁMARA analógica, mientras yo veía la GUÍA para subir el bosque, en un momento me di cuenta que una AVISPA me había picado en el brazo, sin darle mayor importancia seguimos en nuestro viaje. 

En el momento menos inesperado por un camino rocoso se nos reventó una RUEDA, quedamos a mitad de camino, afortunadamente, nos encontramos con un señor muy amable el cual nos invita a pasar a su casa para poder ayudarnos. El se llamaba Ricardo, hace pocos meses su esposa había MUERTO por un cáncer pulmonar y lo único que le quedaba era su GATO.

Don Ricardo me facilito su pieza para recostarme, me sentía mal por la picada de la avispa, era una pieza muy cómoda con pocas cosas, una cama, una lampara que solo tenía una BOMBILLA. Me quede dormido sin saber de Octavio ni de Don Ricardo, desperté a las 6:00am de la mañana siguiente y estaban tomando desayuno, me senté junto al gato y Octavio me comenta que la rueda del auto esta lista y podemos seguir nuestro recorrido. 

Agradecidos de don Ricardo nos sacamos una foto para tener recuerdo de esa noche. 

Otras preguntas