Respuesta :

Respuesta:

Ok, te lo explico ;)

Explicación:

Inicio: Había una vez una comunidad de luciérnagas que habitaba el interior en uno de los árboles más majestuosos y antiguos de Tailandia. Cada noche, cuando todo se volvía oscuro y apenas se escuchaba el leve murmurar de un cercano río, todas las luciérnagas, felices, salían del árbol para mostrar al mundo sus maravillosos destellos.

Nudo: Jugaban a hacer figuras con sus luces, bailando al son de una música inventada para crear un sinfín de centelleos luminosos más resplandeciente que cualquier espectáculo de fuegos artificiales. Pero entre todas las luciérnagas del árbol había una muy pequeñita a la que no le gustaba salir a volar.

- No, hoy tampoco quiero salir a volar -decía todos los días la pequeña luciérnaga con desgano, vayan ustedes que yo estoy muy bien aquí en casita.  Tanto sus padres como sus abuelos, hermanos y amigos esperaban con ilusión la llegada del anochecer para salir de casa y brillar en la oscuridad. Se divertían tanto que no comprendían por qué la pequeña luciérnaga no les quería acompañar. Le insistían una y otra vez, pero no había manera de convencerla. La pequeña luciérnaga siempre se negaba.

Final: La pequeña luciérnaga estaba asombrada ante tal descubrimiento. Nunca se había imaginado que la luna pudiera cambiar y que brillara o se escondiera según los días. Y a partir de aquel día, la pequeña luciérnaga decidió salir a volar y a bailar con su familia y sus amigos.

Así fue como nuestra pequeña amiguita aprendió que cada uno tiene sus cualidades y, por tanto, cada uno debe brillar con su propia luz, cada uno es especial y único en sí mismo y no debe entristecerse ni envidiar a otros.

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