Respuesta :

Respuesta: Gran Bretaña no le interesa la construcción política de Europa: solamente le interesa las ventajas comerciales de estar dentro

Explicación:

Es decir, a Gran Bretaña no le interesaba la construcción política de Europa. Sólo le interesaba las ventajas comerciales de estar dentro. Y por eso la libra esterlina no está en el euro. No porque los británicos pensaban hace 20 años que el euro iba a ser un fracaso, como dicen ahora, sino por todo lo contrario: porque temían que sería tal éxito que acabaría llevando a una mayor integración política. Y eso, perder soberanía, es lo que más temen. Quieren que al final sea siempre Westminster quien decida. Y eso es incompatible con un movimiento que consiste en decidir en común.

Las críticas técnicas a la unión monetaria se dieron sobre todo entre académicos de Estados Unidos, que señalaban que Europa carecía de la movilidad laboral, transferencias fiscales transfronterizas, unidad de ciclo económico o la incidencia más uniforme de los choques económicos que se da en Estados Unidos. Aunque algunos, como Fred Bergsten, director del Peterson Institute for International Economics de Washington, opinaban que esos factores se verían contrarrestados por la comprobada capacidad de cada Estado miembro de superar sus sustanciales diferencias. Y en Gran Bretaña, de nuevo The Economist afirmaba en mayo de 1997 que “no hay que exagerar esas dificultades”. “América tampoco parece un área monetaria perfecta. Si la moneda única obliga a los gobiernos a hacer sus economías más flexibles, como esperan muchos de quienes la proponen, traerá beneficios adicionales, no impondrá mayores costes”.