Respuesta:
Explicación:
Tanto en una caso como en el otro se trata de administradores deshonestos, que en lugar de valorar la confianza que se les ha otorgado, abusan de ella para su propio beneficio, no advirtiendo que nada es propio, sino que solo son administradores de bienes de terceros, dados por el creador para el hombre (primera lectura) y el patrón de la tierra a su administrador. En ambos casos no se ha cumplido con el mandato, que es el encargo para el que fue puesto.
Cuidemos el planeta, usemos los bienes conforme su destino y para lo que fueron creados y puestos al servicio del hombre y, umplamos fielmente con lo que se nos ha encomendado, sin traición ni prebendas.
Quiero aclarar que cuando Lucas dice en la parábola que se alaba al administrador deshonesto, se lo alaba por su astucia pecadora y mundana, totalmente contraria a las enseñanzas de Jesús y su doctrina
