Elabora una lectura con las siguientes ideas principales. 1. Don Roque, viudo y anciano de 70 años. 2. Su hijo se convirtio en un excellente medico. 3. SU hijo contrajo matrimonio y tuvo dos hijos. 4. Don Roque fue a pedir posada a su hijo. 5. Su hijo le dijo que no tenia espacio en la casa. 6. Le ofrecio a su padre, el patio para que viva. 7. Pidio a su hijo Luis, que le pase una cobija a su abuelo, 8. Luis corto la cobija en dos partes. 9. Su padre pidio una explicacion a Luis. 10. Luis, dijo que una mitad de la cobija era para su abuelo.

Respuesta :

El sol se escondía y el frío viento de otoño empezaba a soplar mientras Don Roque caminaba con pesadez hacia el pueblo. Las hojas crujían bajo sus zapatos mientras él a duras penas lograba mantenerse a pie, hace unos 50 años Don Roque habría sido capaz de cruzar con gran facilidad este camino que tantas tantas veces había cruzado en su juventud, pero ahora a sus 70 años este camino se volvía una travesía lenta y tortuosa que castigaba a sus viejas y delgadas piernas que ciertamente habían visto mejores días.

A pesar de esto, Don Roque en realidad es una persona sana, por lo menos físicamente hablando, porque mentalmente hablando Don Roque no pasaba por un buen momento, ¿quién pasaría un buen momento tras la muerte de su esposa?, aquella mujer de origen Uzbeko que tuvo la suerte de encontrar cundo ambos andaban de vacaciones en la capital del país, y que a partir de ese día lo había acompañado por 52 años, siendo 40 de estos años un matrimonio que además fue un matrimonio muy feliz producto de un amor que logró traspasar fronteras, lastimosamente lo único que no pudo traspasar su amor fue el cruel  COVID-19.

Tras la muerte de su esposa Don Roque terminó abandonando su casa producto de la soledad, y en su búsqueda de tener compañía decidió que iría a vivir con su hijo Gabriel, a quien dedicó todo su cariño y tiempo para que él pudiera convertirse en un médico muy exitoso y acaudalado que incluso tuvo el poder económico para mandar a construir una ostentosa mansión en el centro del pueblo.

La luna ya estaba levantada sobre el cielo cuando Don Roque por fin logró distinguir aquella puerta de caoba perteneciente a la entrada de la mansión donde su hijo reside, y tras unos unos minutos de cansada caminata y otro momento en el que Don Roque se detuvo a recuperar el aire, se dispuso a tocar la puerta, en el fondo este Don Roque no solo estaba emocionado por volver a ver a su hijo, si no que él ansiaba por conocer a sus dos nietos Luis y Octavio. Luis recién había cumplido los 6 años mientras que Octavio había nacido hace apenas 6 meses.

Tras unos minutos que parecieron horas para él, por fin Gabriel salió a recibirlo:

-"¡Hola papá ¿Qué te trae por aquí?"

-"¡Hola Gabriel!, ¿Cuánto tiempo?, verás, lo que pasa es que Yulduz murió de COVID-19 hace 3 meses, y desde ese día no he podido parar de pensar en la soledad que me consume el alma minuto a minuto y en el oprobio que es para la familia el hecho de que un miembro haya muerto de COVID-19. Así que para poder escapar de estos siniestro pensamientos que me razguñan la mente minuto a minuto decidí ver si puedo vivir contigo"

Gabriel quedó atónito ante las palabras de su papá, por un lado le avergonzó no enterarse de la muerte de su madre hasta 3 meses después, y por otro lado no pudo evitar pensar en como efectivamente el hecho de que su madre hubiera muerto de COVID-19 siendo él un exitoso médico era un gran oprobio para la familia. Y lo peor de todo es que en estos momentos el tenía más cosas importantes que hacer con la llegada de Octavio, por lo que no podía darle un cuarto a su papá, con esto en mente él responde cabizbajo:

-"Lamento oír lo de mi mamá, y me desgarra el alma saber lo solo que te has sentido desde que ella partió, pero aún más que eso me duele decirte que no tengo cuartos disponibles, pero puedes quedarte a vivir en el patio sin problemas, con una cobija puedes hacerlo un sitio cómodo que te abrigue del frío y en el que sientas la calidez de la familia."

Después de declarar esto, Gabriel deja entrar a su Don Roque a su mansión y a Luis le ordena que vaya por una cobija y se la de a su abuelo, y cuál es su sorpresa cuando va viendo que Luis llega con su cobija partida a la mitad, desconcertado ante esta travesura de su hijo, le pregunta:

"¿Por qué hiciste eso?"

A lo que Luis responde:

"Es para que yo use una mitad y mi abuelo use la otra mitad para cobijarse aquí afuera."

Ante la respuesta de su hijo Gabriel se conmovió tanto que unas cuántas lágrimas rodaron por sus mejillas y exclamó: "¿Sabes qué papá?, el cuarto de Luis puede ser un mejor lugar para dormir. Sé que a él no le molestará dormir con su abuelo que me ha demostrado que sí quiere"

Ante esto, Don Roque sonrió y se fue al cuarto de Luis con este saltando emocionado detrás de él. Cuando los dos entraron al cuarto Gabriel volteó a ver a su esposa y le dijo "Es increíble que mi hijo me haya enseñado como se tiene que querer a un familiar."