Respuesta:
En primer lugar, realizar la confesión, para tener nuestro corazón limpio. Es mejor que preparar nuestros espíritus para recibirlo con un corazón.
Una vez que tenemos nuestra alma limpia, procura que en tu familia, mantenga una relación conyugal, con los hijos y entre los hijos, reine la paz que tanto desea el Señor.
Finalmente, la vivencia de la caridad. No necesariamente con algo material (aunque también es muy buena idea). Puedes acompañar a un familiar enfermo (no recomiendo esto), visitar a alguien que necesita ser escuchado o consolar al que está triste. .
Explicación:
Es algo cliché lo que puse pero es lo más básico que se puede hacer.
