El Compromiso Ciudadano, es una iniciativa de arriba hacia abajo, iniciada por los gobiernos.
Su naturaleza es formal: las ciudades proporcionan a los ciudadanos las herramientas necesarias para participar en la toma de decisiones.
Sus principales desafíos son identificar lo que es importante para los ciudadanos, convencerlos de que se comprometan y ofrecerles toda la información necesaria para tomar decisiones bien sustentadas.
Ejemplos comunes son los proyectos de presupuesto participativo, las encuestas en las ciudades o la ideación
La Participación Ciudadana, es una iniciativa de abajo hacia arriba, iniciada por los ciudadanos.
Su naturaleza es informal: no requiere reglas oficiales de la ciudad, pero tampoco puede aplicarse a todos los proyectos de políticas.
Sus principales desafíos son movilizar suficiente apoyo de los ciudadanos y centrarse en ámbitos de política más amplios, que requieren niveles más altos de inclusión y conciencia.
Ejemplos comunes son las iniciativas ciudadanas, las redes vecinales, el derecho a la impugnación o las peticiones.
La participación ciudadana se asocia con mecanismos de democracia directa, por ejemplo iniciativa de ley, referéndum, plebiscito, consulta pública, revocación del mandato, así como la integración de consejos ciudadanos en organismos públicos para el diseño o reorientación de políticas públicas.
