Respuesta :

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Encontramos cantidades ingentes de azúcar en refrescos, galletas, lácteos, etc.

La ingesta excesiva de azúcar que ocurre, sin darnos cuenta, cuando consumimos uno de estos productos.

No sólo produce un aumento de peso que puede derivar en obesidad, sino que es susceptible de provocar una diabetes

La obesidad, la diabetes, el colesterol, enfermedades ligadas a la nutrición, han aumentado exponencialmente con la expansión de la industria de la alimentación.

La responsabilidad no reside sólo en el ciudadano que se alimenta, sino en una industria que modifica los alimentos y oculta la manipulación.

No utilizan pesticidas, que no van al suelo del que nacen los alimentos y, por lo tanto, no contaminan. Estos productos químicos pueden afectar de forma negativa a la tierra y son difíciles de eliminar.

Ahorran agua: porque se utilizan sistemas de regadío inteligentes y no se desperdicia ni una gota. Esto ayuda a repartir los recursos y a evitar sequías y otras consecuencias del uso indiscriminado del líquido elemento.

Mejoran la salud del suelo gracias a la rotación de cultivos, una práctica muy útil para evitar acabar con los minerales que utilizan determinados tipos de alimentos y que mejora la salud de nuestro planeta.

Contaminan menos: ya que para su producción no se necesita utilizar fuentes de energía no renovable, como pasa cuando se cultivan a gran escala. Además, muchas prácticas utilizadas por la agricultura orgánica, como la labranza mínima, la devolución de los residuos de las cosechas al suelo, la utilización de cubiertas vegetales y las rotaciones y la mayor integración de leguminosas que contribuyen a la fijación del nitrógeno, incrementan la devolución de carbono al suelo, lo que eleva la productividad y favorece el almacenamiento de carbono.

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