Respuesta :

xLux1

Respuesta:

I. INTRODUCCIÓN

Veinte años después del primer Informe sobre Desarrollo Humano, si bien

los logros conseguidos ameritan grandes celebraciones también exigen

máxima atención los retos a los que nos enfrentamos y que aún nos

quedan por lograr en materia de pobreza y privaciones, disminución de

las desigualdades, sostenibilidad del bienestar y de las libertades básicas, así

como en la conservación del medio ambiente.

Si bien hoy día el mundo es un lugar mejor ya que las personas son más

saludables, más educadas y más ricas, con mayor capacidad para elegir a

sus líderes y exigirles responsabilidad por sus actos, la variabilidad y la

velocidad con la que han progresado los distintos países es considerable, lo

que sugiere que otros factores, al margen de los puramente económicos,

como las políticas vigentes, las instituciones nacionales y la geografía entre

otros, juegan un papel importante.

Todo esto plantea la necesidad de señalar con claridad la contribución

que cada determinante tiene en el desarrollo económico y social en los

distintos países, de manera que se pueda prestar mayor importancia y

atención a aquéllas que tienen un peso más significativo. De este modo,

el presente trabajo pretende contribuir al estudio del comportamiento

y los factores determinantes que influyen en el desarrollo humano, a

partir del conocimiento ya establecido por la teoría y su contrastación

empírica introduciendo, junto a los factores puramente económicos,

aquellos parámetros que pueden ser determinantes para la explicación en

el desarrollo (o subdesarrollo) económico y social.

Para ello se ha aplicado un modelo de datos de panel para 171 países

pertenecientes a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) durante un

período de tiempo de 16 años (desde 1995 hasta 2010, ambos inclusive), y se

han estimado conjuntamente variables económicas, geográficas, históricas,

religiosas, medioambientales, demográficas y sociales, e institucionales, de

forma que se pueda discernir la influencia de cada una de ellas.

Entre los resultados obtenidos podemos destacar en primer lugar, que

no se debe confundir desarrollo económico con desarrollo humano, ya

que una mayor renta per cápita no garantiza un mayor bienestar social.

Por otro lado, hay que mejorar la eficacia de las políticas e instrumentos

gubernamentales. No se trata de gastar más sino de hacerlo mejor.