Imagina que tu nombre ha sido propuesto para la candidatura como representante de curso. Para ganar debes escribir un discurso convincente de manera que tus compañeros y compañeras te elijan. Utiliza algunos de los siguientes refranes:
a. No hay cuña que mas apriete que la del mismo palo
b.. De solo aire no vive nadie
c. El agua para los bueyesny el vino para los reyes
d. No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista
e. Lo barato sale caro
f. Lo que no esta firmado no esta amarrado
g. A buen entender pocas palabras basta
h. A mal lluvia buen paraguas
i. Cabezas grandes talento chico

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Respuesta :

La preparación del discurso es el primer paso a seguir. Debemos tener claro qué es lo que queremos transmitir y la improvisación, en estos casos, no suele ser sinónimo de éxito.

El mensaje debe ser corto, claro y conciso. Ser repetitivos puede poner al público en nuestra contra ya que la redundancia lleva a que se pierda el interés por la idea general que se quiere transmitir.

Cuenta una buena historia (storytelling). Para ello, hay que tener claro qué, cómo y para qué se quiere contar. Un discurso ordenado en el que se recalquen los mensajes principales bien argumentados hará que la audiencia no pierda la atención.

En relación a lo anterior, conocer el público ante el que vamos a exponer las ideas es un elemento clave porque lo habitual será que el mensaje que se quiera contar a un electorado joven no sea el mismo que va dirigido a jubilados.

Escribir notas y esquemas que recojan las ideas principales del discurso ayuda y da seguridad al orador, pero siempre hay que tener en cuenta que los discursos no se leen, se exponen.

Apoyarse en un equipo de comunicación profesional y de confianza que aconseje al político cuando sea necesario. El ensayo previo del discurso con este equipo es fundamental para corregir aquellos errores y dudas que puedan surgir.

Establecer una conexión emocional con los votantes y el público para que se sientan parte del proyecto. El candidato debe hablar con el corazón porque si este no cree en lo que está contando, tampoco lo hará la audiencia.

Tener en cuenta que los gestos, los movimientos corporales, la postura… también comunican. El mensaje que se transmite con las palabras no puede contradecirse con lo que dice el cuerpo.

Lo mismo ocurre con la forma en qué se transmite el contenido del discurso. La entonación, el ritmo o las pausas pueden ser determinantes a la hora de convencer o persuadir. Por ejemplo, un silencio antes de pronunciar una información importante ayuda a enfatizar ese mensaje principal.

Ser uno mismo.

Además de seguir estos consejos, las ideas que se transmitan son la base del discurso político. Un buen orador es aquel que consigue captar la atención del público, pero gran parte del peso de que esa circunstancia se produzca está en que el mensaje político sea coherente y creíble.