ayudaaaaaaaa necesito q me pasen el cuento de los tres cerditos a obra de teatro

xfa es para oy


luego regalo más puntos​

Respuesta :

Respuesta:

Esta bien este?

Explicación:

PERSONAJES:

 CERDITO MENOR: SAMUEL ROCHA

 CERDITO MEDIANO: MANUEL BERRIO

 CERDITO MAYOR: TOBIAS CARRILLO

 LOBO: JULIAN GOMEZ

ESCENARIO: La historia se desarrolla en un bosque, rodeado de la

naturaleza.

PARLAMENTO:

Había una vez tres hermanos cerditos que vivían en el bosque. Como

el malvado lobo siempre los estaba persiguiendo para comérselos dijo

un día el mayor:

- Tenemos que hacer una casa para protegernos de lobo. Así

podremos escondernos dentro de ella cada vez que el lobo aparezca

por aquí. (TOBIAS)

A los otros dos les pareció muy buena idea, pero no se ponían de

acuerdo respecto a qué material utilizar. Al final, y para no discutir,

decidieron que cada uno la hiciera de lo que quisiese.

El más pequeño optó por utilizar paja, para no tardar mucho y poder

irse a jugar después.

El mediano prefirió construirla de madera, que era más resistente que

la paja y tampoco le llevaría mucho tiempo hacerla. Pero el mayor

pensó que aunque tardara más que sus hermanos, lo mejor era hacer

una casa resistente y fuerte con ladrillos.

- Además así podré hacer una chimenea con la que calentarme en

invierno, pensó el cerdito. (TOBIAS)

Cuando los tres acabaron sus casas se metieron cada uno en la suya

y entonces apareció por ahí el malvado lobo. Se dirigió a la de paja y

llamó a la puerta:

- Anda cerdito se bueno y déjame entrar... (JULIAN)

- ¡No! ¡Eso ni pensarlo! (SAMUEL)

- ¡Pues soplaré y soplaré y la casita derribaré! (JULIAN)

Y el lobo empezó a soplar y a estornudar, la débil casa acabó

viniéndose abajo. Pero el cerdito echó a correr y se refugió en la casa

de su hermano mediano, que estaba hecha de madera.

- Anda cerditos sed buenos y dejarme entrar... (JULIÁN)

- ¡No! ¡Eso ni pensarlo!, dijeron los dos (SAMUEL Y MANUEL)

- ¡Pues soplaré y soplaré y la casita derribaré! (JULIÁN)

El lobo empezó a soplar y a estornudar y aunque esta vez tuvo que

hacer más esfuerzos para derribar la casa, al final la madera acabó

cediendo y los cerditos salieron corriendo en dirección hacia la casa

de su hermano mayor.

El lobo estaba cada vez más hambriento así que sopló y sopló con

todas sus fuerzas, pero esta vez no tenía nada que hacer porque la

casa no se movía ni siquiera un poco. Dentro los cerditos celebraban

la resistencia de la casa de su hermano y cantaban alegres por

haberse librado del lobo:

- ¿Quién teme al lobo feroz? ¡No, no, no!

Fuera el lobo continuaba soplando en vano, cada vez más enfadado.

Hasta que decidió parar para descansar y entonces reparó en que la

casa tenía una chimenea.

- ¡Ja! ¡Pensaban que de mí iban a librarse! ¡Subiré por la chimenea y

me los comeré a los tres! (JULIÁN)

Pero los cerditos le oyeron, y para darle su merecido llenaron la

chimenea de leña y pusieron al fuego un gran caldero con agua.

Así cuando el lobo cayó por la chimenea el agua estaba hirviendo y se

pegó tal quemazo que salió gritando de la casa y no volvió a comer

cerditos en una larga temporada.

Fin