Lectura Muchas veces vivimos a espaldas de nuestra realidad social, nos encerramos en la propia realidad o tenemos distracciones que nos absorben y no nos permiten darnos cuenta de lo que nos rodea. El asunto es que no estamos afuera, ni aparte de la comunidad humana, estamos dentro y como personas en una historia de personas concretas, participes de sus angustias y esperanzas, de sus luchas y victorias. La empresa de la humanidad es nuestra empresa y su lucha, la nuestra. Estamos llamados a trabajar, a amar e ir construyendo cada dia un mundo mejor. Ese es el inmenso programa que tenemos hacia adelante. El Papa Juan Pablo II llamaba a los jóvenes a trabajar en la construcción de un mundo mejor, de una nueva civilización, más humana y más cristiana. Los a llama a ser sal de la tierra, es decir, a darle sabor a la vida, los llama a ser luz del mundo, esto es, a iluminar el lugar y el tiempo en que viven.