Respuesta :

Respuesta:

El comandante general del Ejército, Eduardo Zapateiro, en respuesta a una crítica atacó al candidato presidencial Gustavo Petro, al recordarle un episodio polémico: “Los colombianos lo han visto a usted recibir dinero en bolsa de basura”. La acusación ocurrió en la mitad de un intercambio por Twitter en el que Petro señaló que “algunos generales están en la nómina del Clan”. Parece que a Zapateiro le cayó el guante, porque salió en defensa de la institución a rebatir al líder del Pacto Histórico.

La grosera intervención en política del general resultó estremecedora, porque la pregunta sobre la participación de los militares en el debate público es un asunto que toca las fibras más íntimas del tejido democrático. En Colombia la Constitución lo prohíbe (Artículo 219). Pero no siempre ha sido materia pacífica. En la Asamblea Nacional Constituyente la ponencia inicialmente decía: “La fuerza pública será deliberante, con ocasión de las condiciones de prestación del servicio, con arreglo a la Ley. Sus miembros podrán siempre ejercer el derecho al sufragio”. La propuesta buscaba reconocer la supuesta “madurez política” de nuestro régimen y la “vocación democrática y civilista de las Fuerzas Armadas de Colombia”.

Aun así, la discusión del 91 concluyó lo contrario: a policías y militares se les prohíbe intervenir en política y votar. El constituyente Humberto de la Calle me explicó que en ese entonces se consideró que la disciplina castrense podría influir en la libertad individual en el momento del sufragio. Antonio Navarro también me contó que la historia de violencia política e instrumentalización de la fuerza pública en Colombia fue el precedente que inclinó la balanza en contra de la propuesta inicial. Por ejemplo, en la época de la Violencia Política, cuando el Partido Conservador usó a la Policía como una Gestapo criolla. Ambos coincidieron en que en aquel tiempo la historia de apasionamiento político extremo —que incluso condujo a la redacción de una nueva Constitución— hacía impensable que quienes detentaran las armas pudieran andar ondeando cualquier bandera diferente a la tricolor.  

Explicación: