Respuesta :

Respuesta:Los Incas adoraban a muchos dioses y diosas. Creían que en cada cima de cada montaña vivía un dios distinto, e incluso llegaron a pensar que la propia montaña era el dios en sí misma.

Los incas eran profundamente religiosos, por lo que tiene sentido que su estructura religiosa fuera muy complicada. La religión se centralizó en la ciudad capital del Cusco. Dentro de Cusco, un calendario muy complicado y organizado controlaba las festividades y días santos de la religión estatal.

Explicación: