Respuesta :

Respuesta:

Entre tanta lentejuela literaria, he aquí un hombre, como se dice bíblicamente: Andréi Platónov. Este ruso disonante en una alineación oficial hartamente conocida, nos ha obsequiado con una barbaridad: más o menos lo que Kate Upton es a la sensualidad -y sexualidad, para qué andarnos con tonterías-, lo es este señor a la literatura gracias a su novela 'Chevengur'. Platónov nunca la vio publicada y, sin embargo, esta piedra preciosa tiene vocación de eternidad debido a que contiene un juego entero de interpretaciones, encajando unas en otras.

Explicación: