Respuesta :

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Aunque la historia tiene su propia coherencia interna, no todos los hechos apuntan a la realización de esa coherencia. La historia es también el espacio de la contingencia humana, de las decisiones libres de las personas. A pesar de todas estas dificultades, hay que intentar una visión de conjunto para discernir el sentido de las líneas de fuerzas en el presente y en el porvenir de América Latina.

La historia de los últimos cincuenta años es la historia de la postguerra, y en cierto sentido mi propia historia, próximo ya a cumplir esa edad. Cada generación ve la historia a partir de los acontecimientos particulares que han dado dramatismo a su existencia, es decir, aquellos acontecimientos que han desafiado la libertad, obligando a tomar opciones fundamentales que determinarán no sólo el presente sino el mediano y largo plazo. Varias ópticas se ofrecen para ordenar los acontecimientos: geopolítica, económica, científica-educacional, política, religiosa, cultural. Privilegiar una sobre las otras podría llevar a consideraciones unilaterales. Pero es difícil, a la vez, realizar una síntesis de todos los aspectos. Aunque la historia tiene su propia coherencia interna, no todos los hechos apuntan a la realización de esa coherencia. La historia es también el espacio de la contingencia humana, de las decisiones libres de las personas. A pesar de todas estas dificultades, hay que intentar una visión de conjunto para discernir el sentido de las líneas de fuerzas en el presente y en el porvenir de América Latina.

Explicación:

coronita;)