Respuesta :

El papel de las mujeres en la independencia de América, tal como nos lo presentaba la tradición, se redujo a la realización de tareas como la confección de uniformes y banderas, a ser acompañantes de los ejércitos, cocineras o prostitutas y, en el mejor de los casos, enfermeras, e incluso espías. Casi nunca se reseñaron otras actividades: guerrilleras, líderes y dirigentes —que las hubo—, como es el caso de la mexicana Antonia Nava, llamada la Generala, que reclutó un ejército con el que luchó y al que defendió con ejemplar valentía; o el de la chilena Javiera Carrera, que no solo apoyó a sus hermanos, sino que organizó la primera Junta de Gobierno en su país. Para nada se destaca su papel de consejeras, capaces de opinar y desenvolverse al mismo nivel que los hombres en las intrigas políticas, como ocurre con la ecuatoriana Manuela Sáenz, que alcanzó la celebridad por ser amante de Bolívar, pese a que fue mucho más que eso, como demuestra esta carta de Francisco Antonio Sucre dirigida al Libertador desde el Frente de Batalla de Ayacucho, el 10 de diciembre de 1824.

espero y te sirva