Cuando Jesús dijo "si el grano de trigo no muere, queda infecundo", estaba utilizando una metáfora para transmitir una enseñanza espiritual sobre el significado de la muerte y la vida. Esta declaración se encuentra en el Evangelio de Juan, capítulo 12, versículo 24, y forma parte de un discurso más amplio de Jesús sobre su propia muerte y resurrección.
En este contexto, Jesús está hablando sobre su propio destino de morir en la cruz para redimir a la humanidad y el impacto que esto tendría en sus seguidores. La metáfora del grano de trigo que muere y produce fruto se refiere a cómo su muerte sería el sacrificio necesario para dar vida espiritual a otros.
Al igual que un grano de trigo debe ser sembrado en la tierra y morir para que pueda crecer y dar fruto, Jesús está explicando que su muerte en la cruz es necesaria para dar vida eterna a aquellos que creen en él. Es una lección sobre el poder transformador del sacrificio y cómo la muerte puede llevar a la vida en un sentido espiritual y redentor.
En resumen, Jesús estaba enseñando que su muerte no sería en vano, sino que sería el medio por el cual se produciría la vida eterna para aquellos que creen en él, utilizando la metáfora del grano de trigo que muere para dar vida.
