Cuando abres una bebida gaseosa, como un refresco o una soda, la energía que se manifiesta es principalmente la energía cinética y la energía potencial elástica.
La energía cinética se relaciona con el movimiento de las moléculas de la bebida gaseosa y del gas disuelto en ella (generalmente dióxido de carbono, CO2). Cuando abres la bebida, se produce una liberación repentina de presión que permite que el CO2 disuelto en el líquido escape en forma de burbujas. Esto genera un movimiento rápido y expansión de las moléculas de gas, lo que se traduce en energía cinética.
Por otro lado, la energía potencial elástica se refiere a la energía almacenada en los enlaces químicos entre las moléculas de gas y las moléculas de líquido antes de abrir la bebida. Esta energía se libera cuando se rompen los enlaces y las burbujas de gas se forman y se expanden.
En conjunto, la liberación de energía cinética y energía potencial elástica crea la efervescencia y el efervescente sonido que se asocia con abrir una bebida gaseosa.