Respuesta :

Había una vez, en un pequeño pueblo costero, dos amigos llamados Martín y Sofía, que decidieron pasar un día de pesca en el mar. Embarcaron en una pequeña barca y zarparon con la esperanza de atrapar algunos peces para la cena.

El día estaba soleado y tranquilo, pero de repente, una tormenta inesperada se desató. Las olas empezaron a agitarse y el viento soplaba con fuerza, haciendo que la barca se tambaleara peligrosamente. Martín y Sofía luchaban por mantener el control, pero pronto se dieron cuenta de que estaban en problemas.

Una ola gigante golpeó la barca con furia, haciendo que se tambaleara violentamente y se llenara de agua. A pesar de sus esfuerzos por mantenerse a flote, la barca finalmente se hundió, arrojando a Martín y Sofía al agua fría y agitada.

Los dos amigos lucharon por mantenerse juntos mientras las olas los arrastraban. Temían lo peor, pero de repente divisaron a lo lejos una luz brillante. Era un bote de rescate que se acercaba rápidamente hacia ellos. Con gran alivio, Martín y Sofía fueron rescatados por un grupo de pescadores que habían visto el hundimiento de la barca desde la costa.

Aunque asustados y empapados, Martín y Sofía estaban a salvo gracias a la rápida acción de los pescadores. Desde ese día, prometieron no subestimar nunca el poder del mar y siempre respetarlo. Aunque su aventura terminó en un susto, aprendieron una lección valiosa sobre la importancia de tomar precauciones en el mar y valorar la amistad en tiempos difíciles.

Espero y te guste

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