Respuesta:
Había una vez, en un reino muy lejano, un valiente caballero llamado Sir Lancelot (1. Analogía de identidad: Lancelot es a caballero, lo que Messi es a futbolista). Lancelot era famoso por su destreza en el combate, como un águila cazando a su presa (2. Analogía de relación: Lancelot es al combate, lo que el águila es a la caza).
Un día, el rey del reino le encomendó a Lancelot una misión muy importante: debía recuperar un preciado diamante que había sido robado por un dragón feroz. El diamante era para este reino, lo que la manzana es para la tarta de manzana (3. Analogía de importancia: el diamante es al reino, lo que la manzana es a la tarta de manzana).
Lancelot, equipado con su brillante armadura y su espada afilada, se dirigió hacia la cueva del dragón, que estaba en una montaña lejana. La cueva del dragón era como un volcán en erupción, llena de peligros y sorpresas (4. Analogía de característica: la cueva es al dragón, lo que el volcán es a la erupción).
Lancelot luchó valientemente contra el dragón, como un león protegiendo su territorio (5. Analogía de comportamiento: Lancelot es a la lucha, lo que el león es a la defensa de su territorio). Finalmente, logró vencer al dragón y recuperar el diamante. Al regresar al reino, fue recibido como un héroe, tal como un astronauta que regresa de la luna (6. Analogía de reacción: Lancelot es al regreso, lo que el astronauta es al regreso de la luna).
Explicación:
