Los micronutrientes son esenciales para el correcto funcionamiento del organismo, desempeñando un papel crucial en una variedad de procesos metabólicos y fisiológicos. Estos incluyen vitaminas y minerales que el cuerpo necesita en cantidades pequeñas, pero que son fundamentales para mantener la salud y apoyar funciones vitales como el crecimiento, el desarrollo cerebral, la función inmunológica y la reparación de tejidos. Actúan como cofactores enzimáticos, lo que significa que ayudan a las enzimas a realizar sus funciones bioquímicas, y son necesarios para la producción de energía, la síntesis de hormonas y la mineralización de los huesos. Además, los micronutrientes tienen un rol en la protección contra los radicales libres, la generación de enzimas digestivas y la descomposición de macronutrientes en energía. Una ingesta adecuada de micronutrientes es vital para prevenir deficiencias que pueden llevar a problemas de salud significativos. Por ejemplo, la vitamina C es conocida por su función en la síntesis de colágeno y como antioxidante, mientras que el hierro es indispensable para la formación de hemoglobina y el transporte de oxígeno en la sangre. Cada micronutriente tiene un papel específico y una deficiencia o exceso de cualquiera de ellos puede afectar negativamente la salud. Por lo tanto, es importante consumir una dieta equilibrada y variada para asegurar una adecuada ingesta de todos los micronutrientes necesarios.
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