Respuesta:
Arthur Schopenhauer, filósofo alemán del siglo XIX, desarrolló una teoría estética en la que sostiene que a través de la contemplación estética, el sujeto puede acceder a una comprensión profunda de la realidad y captar las esencias de las cosas, los modelos arquetipos o las ideas platónicas.
Según Schopenhauer, la contemplación estética nos permite trascender las limitaciones del tiempo, el espacio y la causalidad, ya que en ese estado de contemplación nos liberamos de las preocupaciones mundanas y nos conectamos con una dimensión más profunda de la existencia.
En este estado de contemplación, Schopenhauer argumenta que somos capaces de percibir la Voluntad, que es la fuerza impulsora subyacente de todas las cosas. La Voluntad es la manifestación última de la realidad y se encuentra más allá de las apariencias fenoménicas. A través de la contemplación estética, podemos acceder a esta realidad trascendental y captar las esencias o los modelos arquetipos que subyacen en el mundo fenoménico.
Schopenhauer considera que el arte, especialmente la música, es la forma más pura de la contemplación estética, ya que en la música se expresan directamente las emociones y la esencia de la Voluntad. Sin embargo, también reconoce que otras formas de arte, como la pintura, la escultura o la poesía, pueden ser vehículos para la contemplación estética.
En resumen, para Schopenhauer, la contemplación estética nos permite acceder a una comprensión profunda de la realidad y captar las esencias o los modelos arquetipos más allá de las limitaciones del tiempo, el espacio y la causalidad. Es a través de esta contemplación que podemos conectarnos con la Voluntad y experimentar una profunda conexión con la esencia última de las cosas.1
