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La palabra “Córdoba” se clasifica como un sustantivo propio. Esto se debe a que se supone que se refiere al nombre de un departamento o lugar específico, lo que lo hace propio. En contraste, los sustantivos abstractos hacen referencia a conceptos o sentimientos que no pertenecen al mundo físico y no se perciben por los sentidos. Por ejemplo, palabras como “alegría”, “seguridad”, “belleza” y “miedo” son ejemplos de sustantivos abstractos. Los sustantivos colectivos, por otro lado, hacen referencia a conjuntos de elementos o individuos, como “enjambre”, “manada” o “cardumen”. En el caso de “Córdoba”, al ser un nombre específico, se clasifica como propio.