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El concepto de "devengado" y "no devengado" se utiliza comúnmente en el ámbito financiero y contable.
Lo "devengado" se refiere a los ingresos o gastos que se han ganado o incurrido, pero que aún no se han recibido o pagado. Por ejemplo, si una empresa presta un servicio a un cliente, el ingreso por ese servicio se considera devengado en el momento en que se presta el servicio, incluso si el cliente aún no ha pagado.
Por otro lado, lo "no devengado" se refiere a los ingresos o gastos que se han recibido o pagado, pero que corresponden a un periodo futuro. Por ejemplo, si una empresa paga por un seguro por adelantado, ese gasto se considera no devengado hasta que corresponda al periodo al que se aplica.
Para calcular lo devengado y no devengado en una situación específica, es importante considerar los principios contables y las normativas financieras aplicables. Por lo general, implica analizar las transacciones financieras y determinar cuándo se ganan o incurren los ingresos o gastos, independientemente de cuándo se reciban o paguen.
Si tienes una situación específica en mente o necesitas más detalles sobre cómo calcular lo devengado y no devengado en un contexto particular, no dudes en proporcionar más información para que pueda ayudarte de manera más específica.