1. Arbitrariedad: No hay relación intrínseca entre el significante y el significado.
Ejemplo: La palabra "perro" en español no tiene ninguna conexión lógica con el animal al que se refiere.
2. Linealidad:Los signos se combinan secuencialmente para formar unidades más complejas.
Ejemplo: En la frase "El gato negro duerme", las palabras se combinan en un orden específico para transmitir un significado.
3. Doble Articulación:El lenguaje tiene niveles de organización: unidades mínimas de sonido (fonemas) y unidades de significado (morfofonemas).
Ejemplo: En la palabra "gato", las unidades mínimas de sonido son /g/, /a/, /t/, mientras que la unidad de significado es "gato".
4. Mutabilidad: El significado de las palabras puede cambiar con el tiempo y el uso.
Ejemplo: El significado de la palabra "gay" ha evolucionado a lo largo del tiempo, pasando de significar "alegre" a referirse a la comunidad LGBTQ+.
Explicación:
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