LEEMOS Y RESPONDEMOS
Tonatiuh, el dios sol, vive con su familia en el cielo 13 en el que no se conoce la oscuridad ni la angustia. El hijo de Tonatiuh era el príncipe Izcozauhqui a quien le encantaban los jardines. Un día el príncipe oyó hablar de los vergeles del señor Tonacatecuhtli. Curioso fue a conocerlos. Las plantas parecían más verdes y los prados frescos y cubiertos de rocío. Al descubrir una laguna resplandeciente, se acercó con presteza y, al hacerlo, se encontró con una mujer que salía de las aguas ataviada con vestidos de plata. Se enamoraron de inmediato ante el beneplácito de los dioses. Pasaban el tiempo juntos, recorrían un cielo y otro. Pero los dioses les prohibieron ir más allá de los 13 cielos. Los enamorados conocían el firmamento. La curiosidad por saber qué había debajo de él hizo que descendieran a conocer la tierra. En la tierra, la vida es diferente. El sol no brilla todo el tiempo, descansa por las noches. Hay más colores, texturas, sonidos y animales que en todos los cielos recorridos. Los principes, al descubrir que la tierra era más hermosa que los paraísos celestiales, decidieron quedarse a vivir en ella para siempre. El lugar escogido para su morada estaba cerca de un lago, al lado de valles y montañas Los dioses, furiosos por la desobediencia de la pareja, decidieron un castigo. La princesa enfermó repentinamente . Fueron vanos los esfuerzos de Izcozauhqui por aliviarla. La mujer supo que esa era la sanción de los dioses, Tonatiuh se lo hizo saber con sus abrasadores rayos. A ella no le permitirían vivir. Así separarían a los dos enamorados para siempre. Se lo dijo al principe y le pidió que la llevara a una montaña, con el fin de estar junto a las nubes. De este modo, cuando él regresara con su padre, podría verla más cerca , desde el cielo. Después se quedó quieta y blanca como la nieve. El principe con su preciosa carga a cuestas caminó días y noches hasta llegar a la cima de la montaña. Encendió una antorcha cerca de ella y la veló, como si la princesa durmiera. Izcozauhqui se quedó junto a ella, sin moverse, hasta morir. Ella se convirtió en la mujer dormida (Iztaccihuatl) y él en el cerro que humea (Popocatépet!). Símbolo del amor que desafió a los dioses por cariño a la tierra, cuidan para siempre el valle de México.
RESPONDEMOS
¿Cuántos cielos habia y qué cielo les prohibieron los dioses traspasar?
¿Qué diferencias habla entre el cielo y la tierra, según el relato?
¿Por qué se enojaron los dioses y qué castigo les pusieron?
¿A qué lugar quiso la joven que la llevara su enamorado?
¿Qué hizo el principe con su enamorada?
¿Qué actitudes manifiestan los dioses y la pareja de enamorados? ¿Qué valores ecológicos promueve este relato?
¿Cuál es el valor superior que descubres en este relato? (AYUDA POR FAVOR doy coronita por favor) ​