Respuesta :
Respuesta:
Considero que la forma correcta de pensar y juzgar acciones debería combinar tanto las características emocionales como racionales (opción A), ya que el equilibrio entre ambos aspectos puede permitir una evaluación más completa y equilibrada de las situaciones. La capacidad de discernir entre lo que está bien y lo que está mal basado en una valoración personal (opción B) también es importante, pero integrar tanto la emoción como la razón puede enriquecer el proceso de toma de decisiones y juicios.