Respuesta :

Explicación:

Otto von Bismarck, el canciller de hierro de Alemania en el siglo XIX, aplicó el concepto de soberanía y nación en el contexto de la unificación alemana y la formación del Imperio Alemán en 1871. Bismarck entendía la soberanía como el derecho y la capacidad de un estado para gobernarse a sí mismo sin interferencia externa, y la nación como una comunidad de personas unidas por lazos culturales, lingüísticos e históricos.

Bismarck trabajó para consolidar y fortalecer la soberanía del Estado alemán al enfrentar y superar las influencias externas, particularmente las de Austria y Francia. Utilizó la diplomacia hábilmente para asegurar alianzas y neutralizar amenazas externas, como se evidenció en la Guerra Austro-Prusiana de 1866 y la Guerra Franco-Prusiana de 1870, que culminaron con la unificación alemana bajo la hegemonía prusiana.

Además, Bismarck entendía la nación alemana como una entidad que debía ser unificada bajo la autoridad de Prusia, reconociendo la importancia de elementos como la lengua alemana, la cultura y la historia en la identidad nacional. Sin embargo, su enfoque hacia la nación alemana también fue pragmático, ya que buscaba utilizar la idea de la unidad alemana como un medio para fortalecer el poder y la estabilidad del Estado alemán en un momento de gran inestabilidad política en Europa.

En resumen, Bismarck aplicó los conceptos de soberanía y nación en la unificación alemana al fortalecer la autoridad del Estado y unificar a las diferentes entidades políticas alemanas bajo la hegemonía prusiana, mientras reconocía y utilizaba los elementos culturales y históricos compartidos para consolidar la identidad nacional alemana.

Bismarck aplicó el concepto de soberanía y nación mediante estrategias diplomáticas y militares para unificar los estados alemanes bajo Prusia, fortaleciendo la identidad nacional y preservando el poder del rey prusiano. Manipuló rivalidades europeas para lograr sus objetivos políticos.

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