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Es comprensible que para muchas ex combatientes sea difícil hablar sobre lo que vivieron en Malvinas debido a las experiencias traumáticas que enfrentaron durante el conflicto. La guerra puede dejar secuelas emocionales y psicológicas profundas en quienes la vivieron, y hablar al respecto puede desencadenar recuerdos dolorosos, estrés postraumático y sentimientos de angustia.
Además, el hecho de revivir experiencias traumáticas puede generar miedo a no ser comprendidas o juzgadas, así como temor a revictimización o a no ser tomadas en serio. El entorno social y la percepción pública también pueden influir en la dificultad para hablar sobre estas vivencias, ya que existe la posibilidad de enfrentar estigmas, prejuicios o falta de empatía por parte de quienes no vivieron la guerra.
Por estas razones, es fundamental brindar un espacio seguro y comprensivo para aquellas personas que deseen compartir sus experiencias como ex combatientes, así como promover la sensibilización y el apoyo psicológico necesario para abordar las secuelas emocionales derivadas del conflicto.