D. Ausencia de luz solar
Los ecosistemas terrestres suelen recibir luz solar, ya que esta es esencial para el proceso de fotosíntesis, que es fundamental para las plantas y, por ende, para la mayoría de las formas de vida terrestre. Las otras tres características (presencia de oxígeno en el aire, posibilidad de cambios bruscos de temperatura y suelo como principal sustrato) son comunes en los ecosistemas terrestres.