Respuesta:
En una escuela, un maestro salió a enseñar. Algunos estudiantes estaban tan distraídos con sus teléfonos que no pudieron concentrarse en las lecciones, y los conocimientos se perdieron en ellos. Otros estaban emocionados al principio, pero cuando enfrentaron dificultades, como tareas difíciles o exámenes, abandonaron sus esfuerzos. Algunos, sin embargo, se dedicaron diligentemente a aprender, absorbiendo cada palabra del maestro y aplicándola en sus estudios, logrando un crecimiento constante en su conocimiento y habilidades. Y así, el éxito en la escuela dependió de la disposición de los estudiantes para recibir y cultivar el conocimiento que se les ofrecía.
