Respuesta:
Había una vez en un lejano país, un pequeño pueblo donde todos los habitantes estaban en un gran lío. Resulta que las cosechas habían sido pobres ese año, y la escasez de alimentos tenía a todos preocupados. Sin embargo, en medio de este caos, existía un rumor que corría de boca en boca. Algunos contaban que en las profundidades del bosque, habitaba una misteriosa criatura capaz de conceder deseos.
Los habitantes del pueblo, desesperados por encontrar una solución a su problema, decidieron aventurarse en busca de esta criatura. Armados con valentía y esperanza, se adentraron en el frondoso bosque. Después de una larga travesía, llegaron a un claro donde encontraron a un anciano sabio que les contó la leyenda de la criatura.
El anciano les advirtió que el ser solo concedía deseos a aquellos que se encontraban en paz consigo mismos y con el mundo que los rodeaba. Los habitantes del pueblo se miraron unos a otros, reflexionando sobre sus propias actitudes. Pronto se dieron cuenta de que habían estado tan preocupados por sus problemas que se habían olvidado de lo importante: vivir en armonía.
Decidieron regresar al pueblo y trabajar juntos para superar las dificultades. Compartieron sus recursos y se apoyaron mutuamente. Con el trabajo en equipo y el espíritu solidario, lograron salir adelante y superar la escasez.
El rumor sobre la criatura mágica seguía siendo solo eso, un rumor. Pero lo que realmente importaba era que habían descubierto que la verdadera magia estaba en la fuerza de la unión y en el bienestar compartido. Y así, tanto el pueblo como sus habitantes vivieron felices y en armonía, recordando siempre que también es importante desear el bien para los demás.
Denada y dame coronita porfavor
