Hay algunos gobiernos y movimientos en diversas partes del mundo que muestran características similares a las del fascismo de los años 30, aunque cada contexto nacional es único y las comparaciones directas pueden ser complicadas. El fascismo de los años 30, especialmente el que se vio en Italia bajo Mussolini y en Alemania bajo Hitler, se caracterizaba por un fuerte nacionalismo, el rechazo de la democracia liberal, la supresión de la oposición política a través de la violencia y la censura, el control estatal de la economía (aunque manteniendo elementos capitalistas), un liderazgo carismático, y a menudo, una política exterior agresiva.
En el mundo contemporáneo, algunos gobiernos y movimientos políticos exhiben algunas de estas características. Esto incluye:
Autoritarismo creciente: La consolidación del poder en un líder o un partido, a menudo acompañada de una erosión de las instituciones democráticas y una menor libertad de prensa.
Nacionalismo excluyente: Un énfasis en el nacionalismo que a menudo se cruza con el xenofobismo o el etnocentrismo, excluyendo a grupos considerados "otros" y enfocándose en una identidad nacional homogénea.
Control y manipulación de la información: A través de la censura de los medios, la propaganda y, en el contexto moderno, el uso de las redes sociales para difundir desinformación.
Represión de la oposición y la disidencia: Esto puede incluir la detención de opositores políticos, la represión de manifestaciones y la limitación de las libertades civiles.
Economía dirigida: Aunque esto varía mucho, algunos gobiernos de inclinación autoritaria intentan controlar o influir fuertemente en sectores clave de la economía, a menudo en nombre del nacionalismo o la autarquía.
Sin embargo, es importante notar que el contexto global actual es muy diferente al de la década de 1930. La globalización, la tecnología digital, y la interdependencia económica internacional juegan roles cruciales en la forma en que los gobiernos y los movimientos políticos operan. Además, muchos gobiernos que muestran características autoritarias también participan en sistemas políticos multipartidistas y mantienen alguna forma de elecciones, aunque estas puedan estar manipuladas o no ser completamente libres ni justas.
