Respuesta :

El autor probablemente afirma que hay una tendencia a sacralizar o satanizar lo incomprensible debido a la naturaleza humana de buscar explicaciones simplificadas o extremas para fenómenos desconocidos. Por ejemplo, en el ámbito religioso, algunos podrían sacralizar un fenómeno inexplicable atribuyéndolo a la intervención divina, mientras que otros podrían satanizarlo considerándolo como obra del mal o de fuerzas sobrenaturales negativas.

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