Los fragmentos sugieren una personalidad que posee rasgos distintivos, entre ellos:
1. Tradicionalismo: La figura del vendedor viejo, que mantiene la costumbre de pregonar sus productos al anochecer, sugiere un apego a las tradiciones y a las formas de vida más clásicas o antiguas.
2. Persistencia: El hecho de que continúe con su labor al anochecer indica una dedicación persistente a su oficio, independientemente de las circunstancias o del paso del tiempo.
3. Misterio: El que “se le adivinaba más que se le veía” aporta un aire de misterio o intangibilidad a su presencia, lo que puede reflejar un carácter reservado o introspectivo.
4. Autenticidad: La descripción de su pregón “ronco” y la comparación de su voz con el “grito ululante de un búho” sugieren una autenticidad cruda y sin adornos, un reflejo de su verdadera esencia sin pretensiones.
5. Conexión con la naturaleza: La comparación de su voz con el canto de un búho podría indicar una conexión profunda con el entorno natural y los ciclos de la vida, característicos de alguien que valora y vive en armonía con la naturaleza.
Este personaje parece encarnar la esencia de lo que es ser un trabajador incansable y genuino, que sigue su camino con determinación y autenticidad, manteniendo viva una tradición en el contexto de su comunidad.