Respuesta :

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La cercanía de la ciudad a este río permitía obtener agua para el desarrollo de distintas actividades agrícolas y ganaderas (especialmente ovejas).

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La posición geográfica del Imperio Romano ofreció varias ventajas clave:

Acceso al mar Mediterráneo: El Mediterráneo actuó como una vía comercial vital que conectaba a Roma con otras regiones importantes, lo que facilitó el comercio y el intercambio cultural. Roma controlaba muchas rutas marítimas y puertos estratégicos, lo que contribuyó a su poder económico y militar.

Tierras fértiles: Las regiones alrededor del Mediterráneo, especialmente en Italia y las provincias del norte de África, ofrecían suelos fértiles para la agricultura, lo que permitía el desarrollo de una economía agraria sólida.

Conexión con Europa, Asia y África: La ubicación central del Imperio Romano facilitó su expansión y dominio sobre vastos territorios en Europa, Asia Menor (Anatolia) y el norte de África. Esta conexión geográfica permitió el control sobre una amplia variedad de recursos naturales y rutas comerciales.

Defensas naturales: La geografía del Imperio Romano incluía barreras naturales como ríos, montañas y mares, que actuaban como defensas contra invasiones enemigas. Por ejemplo, los Alpes al norte proporcionaron una barrera contra las tribus germánicas, mientras que el desierto del Sahara al sur protegió las provincias africanas.

Centro político y cultural: La ubicación de Roma en Italia central la convirtió en un centro político, cultural y religioso importante en el mundo antiguo, lo que contribuyó a su influencia sobre las provincias y a la cohesión del imperio.