Respuesta :

Respuesta: te doy 20

Explicación:

Bajo el manto nocturno, las estrellas titilaban como diamantes en el cielo.

El viento susurraba secretos entre las hojas del bosque, creando una melodía misteriosa.

Las olas del mar acariciaban la playa con suavidad, como amantes separados por la distancia.

La luna se alzaba majestuosa sobre el horizonte, iluminando el camino con su luz plateada.

El silencio de la noche era roto solo por el canto de los grillos, creando una sinfonía de paz.

Las montañas se erguían imponentes en el horizonte, como guardianes eternos de la tierra.

El perfume de las flores impregnaba el aire, embriagando los sentidos con su dulce fragancia.

El río fluía serpenteante entre los árboles, llevando consigo los susurros del bosque.

El fuego crepitaba en la chimenea, lanzando destellos de luz y sombra en la habitación.

El sol se ocultaba detrás de las nubes, tejiendo un tapiz de colores en el cielo al atardecer.

En el jardín, las rosas bailaban al compás de la brisa, sus pétalos susurrando historias de amor al viento.

El reloj de la torre tañía sus campanadas con un eco melancólico que resonaba en el corazón del pueblo.

Las sombras de la noche se deslizaban sigilosas por los callejones, envolviendo la ciudad en un manto de misterio.

El amor, como un río caudaloso, fluía entre ellos, llevando consigo sus sueños y esperanzas hacia un destino incierto.

Las estalactitas colgaban del techo de la cueva como dagas de cristal, guardando los secretos de la tierra en su seno oscuro.

Las hojas del otoño danzaban en el aire, pintando el paisaje con pinceladas de oro y carmesí.

El lobo solitario aullaba a la luna, buscando en su reflejo la compañía que le era negada en la vastedad de la noche.

El susurro del arroyo era la melodía que acompañaba el camino del viajero, guiándolo a través del bosque frondoso.

En el palacio encantado, las sombras cobraban vida propia, susurrando cuentos olvidados en las paredes de piedra.

El viento, con su aliento salvaje, acariciaba las dunas del desierto, esculpiendo paisajes efímeros en la arena dorada.