En España, la producción y consumo de energía varían según diversos factores, como la demanda, la disponibilidad de recursos naturales y las políticas energéticas. En términos generales, España es uno de los principales productores de energía renovable en Europa, con una participación significativa de la energía eólica, solar y hidroeléctrica en su matriz energética. Sin embargo, también depende en gran medida de los combustibles fósiles, como el petróleo y el gas natural, así como de la energía nuclear y la importación de energía.
En cuanto a los porcentajes, en los últimos años, aproximadamente el 40-45% de la electricidad en España ha sido generada a partir de fuentes renovables, con la energía eólica y la solar contribuyendo con alrededor del 20-25% del total de la electricidad generada. La energía nuclear representa aproximadamente el 20-25%, mientras que los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural) cubren el resto, alrededor del 30-35%.
En lo que respecta al consumo, el sector residencial, comercial e industrial es responsable de la mayor parte del consumo de energía en España. El sector del transporte también es significativo en términos de consumo de energía, especialmente en términos de petróleo y sus derivados.
En el caso de Andalucía, una región en el sur de España, la producción y consumo de energía siguen patrones similares a los de España en general, pero con algunas particularidades. Andalucía cuenta con una abundancia de recursos naturales para la generación de energía renovable, como la energía solar y eólica, lo que la convierte en una de las regiones líderes en este campo en España.
En términos de porcentajes, el papel de las energías renovables en Andalucía es aún más destacado que en el conjunto de España. Se estima que más del 60% de la electricidad consumida en la región proviene de fuentes renovables, principalmente de la energía solar y eólica. Además, Andalucía también tiene una importante presencia de la energía hidroeléctrica, especialmente en algunas áreas montañosas.
En resumen, tanto en España como en Andalucía, hay una tendencia creciente hacia una mayor diversificación de la matriz energética, con un énfasis particular en la expansión de las energías renovables. Sin embargo, siguen existiendo desafíos en términos de dependencia de los combustibles fósiles y la necesidad de mejorar la eficiencia energética en todos los sectores.
