La interacción descrita se conoce como mutualismo. En este caso específico, las bromelias proporcionan un hábitat acuático para los renacuajos de las ranas arborícolas, mientras que las ranas, a su vez, ayudan a controlar las poblaciones de insectos que podrían dañar a las bromelias. Es un ejemplo de cómo dos especies diferentes pueden beneficiarse mutuamente en su hábitat natural.