Ayudan a disminuir enfermedades relacionadas con la contaminación. No necesitan grandes cantidades de agua para su funcionamiento. Reducen la necesidad de industrias extractivas en la medida que se evita el uso de combustibles fósiles.
El cambio climático se ha convertido en uno de los principales retos para los gobiernos, las organizaciones y la sociedad. Por ello, desde diferentes ejes se han venido implementando alternativas, que permitan reducir los niveles de dióxido de carbono en el aire.
Para lograrlo, la transición energética es un paso fundamental, pues su objetivo consiste en suplir las necesidades de electricidad para toda la población sin contaminar.
Es en este momento donde las energías limpias y renovables tienen un papel importante dentro de la sociedad.
Aunque estos dos términos suelen entenderse como sinónimos, tienen una característica que las hace diferentes.
Por un lado, las energías limpias son aquellas que durante su producción emiten muy bajos niveles de contaminación, ya que no generan gases de efecto invernadero (GEI).
En cambio, las energías renovables, al igual que las limpias, no contaminan tanto, pero su fuente es inagotable. Es decir, provienen de recursos naturales como el sol, el viento, entre otros.
Entre las energías limpias podemos encontrar:
Con las energías limpias ¡todos ganamos!
Ayudan a disminuir enfermedades relacionadas con la contaminación. No necesitan grandes cantidades de agua para su funcionamiento. Reducen la necesidad de industrias extractivas en la medida que se evita el uso de combustibles fósiles.
CORONITA PLISS
