Respuesta :
Respuesta:
En un juego cruel de amar y aborrecer,
se enredan los hilos del destino y el querer.
A quien me brinda amor, le doy desprecio,
y al que me desprecia, lo elevo en mi aprecio.
Feliciano me idolatra con fervor,
pero en mi corazón no halla su calor.
Lisardo me evade con su desdén,
mas en mis sueños, él es mi bien.
Por quien no suspiro, lloro sin consuelo,
mientras quien llora por mí, no tiene mi anhelo.
Ofrezco mi alma a quien me desdora,
pero quien me ofrece su amor, me ignora.Desprecio al que enaltece mi vanidad,
y al que me desprecia, le ofrezco mi lealtad.
En un constante vaivén de sentimientos,
mi alma se debate entre tormentos.
Uno me reprocha, el otro me censura,
y yo, entre ambos, sufro la amargura.
Uno anhela lo que no puedo dar,
y el otro rechaza lo que anhelo encontrar.
En este juego eterno de amor y desdén,
mi corazón se consume sin detener.
Enredado en esta tela de emociones,
busco en vano liberarme de estas pasiones.