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A) Las autoras citan a la investigadora canadiense Charlene Elliott debido a su trabajo en la identificación de estrategias publicitarias dirigidas a niños y adolescentes. Elliott ha estudiado cómo los alimentos ultra-procesados son comercializados agresivamente hacia los jóvenes, aprovechando su vulnerabilidad en el desarrollo y la influencia de sus pares¹. Su investigación proporciona un marco para entender cómo se utilizan personajes ficticios y juegos en el empaquetado de productos alimenticios para atraer a este grupo demográfico, lo cual es relevante para el estudio de las estrategias publicitarias en Argentina.
B) Los resultados de esta investigación son relevantes para la sociedad porque arrojan luz sobre cómo los productos alimenticios dirigidos a niños y niñas en los supermercados argentinos están siendo promovidos y procesados, lo que puede tener un impacto significativo en la salud y los hábitos alimenticios de la población infantil. Esta comprensión es crucial para abordar el problema de la obesidad infantil y promover una alimentación más saludable desde una edad temprana.
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Explicación:A) Las autoras citan a la investigadora canadiense Charlene Elliott probablemente porque ella ha realizado investigaciones significativas sobre la comercialización de alimentos dirigidos a niños y niñas, así como sobre la influencia de la publicidad en la alimentación infantil. Elliott ha abordado temas como la promoción de alimentos poco saludables hacia los niños, la utilización de personajes animados o celebridades para promocionar productos alimenticios, y la relación entre la exposición a la publicidad de alimentos y las elecciones alimenticias de los niños. Sus investigaciones proporcionan una base sólida para comprender cómo las estrategias publicitarias pueden influir en los hábitos alimenticios de los niños y niñas, lo cual es relevante para el análisis de productos alimenticios ultra-procesados dirigidos a este grupo demográfico.
B) Los resultados de esta investigación son relevantes para la sociedad por varias razones. En primer lugar, arrojan luz sobre las estrategias publicitarias utilizadas por la industria alimentaria para promocionar productos ultra-procesados dirigidos a niños y niñas, lo que puede aumentar la conciencia pública sobre cómo se comercializan estos productos hacia un grupo vulnerable. Además, al analizar la composición nutricional de estos productos, se puede informar a los consumidores sobre los posibles riesgos para la salud asociados con su consumo regular, especialmente en una etapa crucial del desarrollo como la infancia. Esta información puede empoderar a los padres, educadores y responsables de la formulación de políticas para tomar decisiones informadas sobre la alimentación de los niños y niñas, y abogar por cambios en la regulación de la publicidad de alimentos dirigida a este grupo demográfico. En última instancia, estos hallazgos pueden contribuir a la promoción de hábitos alimenticios más saludables y a la prevención de enfermedades relacionadas con la alimentación en la población infantil.