Respuesta :
evantamiento político y social que tuvo lugar en Buenos Aires, la capital del país, durante el gobierno del presidente Miguel Juárez Celman. Este levantamiento se originó como resultado de una serie de tensiones políticas, económicas y sociales que habían estado acumulándose en Argentina durante la década de 1880.
Entre las causas principales de la Revolución de 1890 se incluyen:
Crisis económica: Durante la década de 1880, Argentina experimentó una serie de crisis económicas causadas por el endeudamiento excesivo, la especulación financiera y la caída de los precios de los productos agrícolas en los mercados internacionales. Estas crisis llevaron a la quiebra de numerosas empresas y bancos, así como a la pérdida de empleos y la disminución del nivel de vida para muchos argentinos.
Corrupción y autoritarismo: El gobierno de Miguel Juárez Celman fue criticado por su corrupción y su estilo autoritario. Se lo acusaba de favorecer a los intereses de la élite gobernante y de reprimir las libertades civiles y políticas.
Descontento popular: El malestar social estaba en aumento entre la población urbana y rural, que sufría las consecuencias de la crisis económica y se sentía excluida del sistema político dominado por la oligarquía.
La Revolución de 1890 estalló el 26 de julio de ese año, cuando una multitud de manifestantes se congregó en la Plaza de Mayo de Buenos Aires para protestar contra el gobierno de Juárez Celman. La protesta fue reprimida violentamente por las fuerzas de seguridad, lo que desencadenó una serie de enfrentamientos callejeros en toda la ciudad.
La rebelión fue liderada por una coalición de fuerzas políticas y sociales, incluyendo a radicales, socialistas, sindicatos, militares disidentes y sectores descontentos de la sociedad. La revuelta logró derrocar al presidente Juárez Celman y forzar su renuncia, aunque no pudo establecer un gobierno alternativo sólido.
La Revolución de 1890 tuvo importantes consecuencias políticas y sociales en Argentina. Si bien no logró establecer un nuevo orden político duradero, sentó las bases para futuros movimientos de reforma política y social en el país. Además, demostró la capacidad del pueblo argentino para resistir y enfrentarse al gobierno en momentos de crisis y opresión.