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Cuando la mayoría de la población de un país es joven y económicamente activa, hay varias ventajas que se pueden alcanzar:

1. **Mayor productividad económica**: Los jóvenes suelen ser más productivos y están en edad laboral activa, lo que puede impulsar la economía de un país al aumentar la producción y la generación de riqueza.

2. **Mayor innovación y creatividad**: Los jóvenes tienden a ser más innovadores y creativos, lo que puede impulsar la aparición de nuevas ideas y tecnologías que benefician a la sociedad en general.

3. **Menos presión sobre sistemas de seguridad social**: Con una población joven y activa, hay una menor presión sobre los sistemas de seguridad social y pensiones, ya que hay más personas contribuyendo al sistema que dependiendo de él.

4. **Mayor consumo y demanda interna**: Una población joven tiende a consumir más, lo que puede estimular la demanda interna y beneficiar a diversos sectores de la economía, como el comercio minorista, el turismo, entre otros.

5. **Fuerza laboral cualificada**: Una población joven puede significar una fuerza laboral más cualificada y educada, lo que puede mejorar la competitividad de un país a nivel internacional.

En general, una población joven y económicamente activa puede ser un motor para el crecimiento económico y el desarrollo de un país, siempre y cuando se logre aprovechar y canalizar adecuadamente el potencial de esta población activa.